Lo que no son
Como se ha dicho anteriormente, el concepto de madurez
lectora ha sido abandonado, puesto que la lectura no aparece espontáneamente
por evolución de factores biológicos.
Actualmente se utilizan diferentes términos para
sustituir el de madurez lectora, como son: prelectura, alfabetización
emergente, preparación a la lectura o prerrequisitos lectores.
Particularmente me gusta el concepto de
"prerrequisitos lectores", ya que hace referencia a las condiciones
previas y necesarias para que su pueda iniciar con éxito el proceso de
enseñanza y aprendizaje de la lectura. De este modo los prerrequisitos se
convierten en condiciones sine quibus non para el
aprendizaje de la lectura.
Aunque se ha de puntualizar que los prerrequisitos no
son suficientes por sí solos para que la lectura aparezca, del mismo modo que
para ganar una carrera de maratón es imprescindible tener pies (lo que sería el
prerrequisito y conditio sine qua non), pero el poseer pies
no es suficiente para ganar la competición. Cualquier lector tiene claro que
evaluar los pies de los corredores no reportará ningún apoyo para predecir los
resultados de la carrera.
Para que el término “prerrequisito” sea adecuado no
debe hacerse de él una interpretación extensiva que le dé imprecisión y le
quite fiabilidad, será útil cuando observe habilidades relacionadas con la
lectura y su entrenamiento consiga mejores lectores, cuando tenga un valor
predictivo, por lo que utilizaré el término de prerrequisito con un valor
similar al de “predictor”.
En España, durante bastante tiempo, se han venido
utilizando pruebas estandarizadas para pronosticar el desarrollo en la lectura,
todas ellas partían del concepto de maduración (no confundamos este tipo de
pruebas con las que tienen por objeto investigar los déficits en la lectura).
Las variables que fueron utilizadas y a las que mayor importancia para la
predicción se les dio eran:
1. Motrices
2. Perceptivas
3. Espaciales
Los test más utilizados han sido:
1. Test ABC (Filho,
1947), batería predictiva del desarrollo de la lectura.
2. BADIMALE,
batería diagnóstica de la madurez lectora (Molina García, 1988).
3. Reversal Test
o test de figuras inversas, diagnóstico de la madurez para la lectura
(Edfeldt, 1988). La adaptación al español fue realizada por Ruiz y Bravo.
4. Evaluación de
la aptitud para aprender a leer (Inizan, 1976).
El test ABC consta
de 8 sub-pruebas que evalúan: la coordinación visomotora, a través de la
reproducción de 3 figuras; la memoria inmediata, usando para ello la evocación
de una lámina con objetos familiares; la memoria motora, siguiendo la
reproducción de movimientos; la memoria auditiva, mediante una lista de 7
palabras; la memoria lógica, donde mide la capacidad para recordar las acciones
principales y secundarias de un relato sencillo; la pronunciación, que
valora la repetición de 10 palabras complejas; la coordinación motora,
usando el corte con tijeras de un diseño; la atención y la fatigabilidad,
se utiliza el punteado sobre una cuadrícula durante 30 segundos.
BADIMALE contiene varias
subpruebas para valorar la estructuración espacial y rítmica, el lenguaje oral
en las vertientes expresiva y comprensiva, y la lateralización. Da gran
peso a las variables viso-motoras y espaciales. Esta prueba tiene una validez concurrente
de 0,69 con la prueba de lectura de De La Cruz (Buela-Casal & Sierra,
1997), otra prueba de características similares de construcción.
El Reversal
Test evalúa la madurez perceptiva, es una prueba grafica no verbal. Hace
hincapié en la capacidad de discriminación perceptiva, a la hora de
establecer simetrías derecha-izquierda, simples o dobles y en la capacidad para
distinguir figuras que pueden ser idénticas o no.
Evaluación de la aptitud
para aprender a leer, su objetivo es determinar el momento adecuado para
comenzar el aprendizaje de la lectura. Consta de dos partes: una batería
“predictiva” con sub-pruebas de organización espacial, lenguaje y organización
temporal y una batería de lectura en la que se realizan pruebas de lectura y
dictado de palabras familiares, lectura de palabras raras y comprensión
en lectura silenciosa.
Antes de continuar se debe recordar que las
investigaciones correlacionales establecen una relación entre dos variables,
pero no permiten identificar cuál es la causa y cuál el efecto. Por ejemplo, en
el 2013, en un estudio transversal en niños de habla hispana, encontré una
correlación superior a -0.7 entre defectos en la dicción y aprendizaje de la
lectura (Marín, 2013), algo que también encontró Ferreira (2013) con
cifras similares en niños catalano-hablantes; no obstante esto no demuestra que
el déficit articulatorio genere problemas de lectura en el 70% de los
casos, aunque el sentido común nos indica que podría ser factible, siempre y cuando no existiese una tercera variable responsable de las variaciones en ambas.
Cuando se quiere determinar la relación entre causa y
efecto son las investigaciones experimentales longitudinales las que se deben realizar
(Ávila Baray, 1999), de modo que se citarán este tipo de trabajos.
En un completo estudio experimental longitudinal de un
año de duración, con una muestra de 60 niños, realizado en la Universidad de La
Laguna (Jiménez González & Artiles Hernández, 1990) se puso de manifiesto
la nula importancia de las variables de estructuración visomotriz, percepción
espacial y memoria reproductiva que utilizan como predictores los test de
Filho, Inizan y Edfeldt. Las conclusiones apuntan hacia la importancia de las
variables lingüísticas y cognoscitivas como verdaderos predictores y la falta
de soporte teórico del modelo maduracionista.
Otro trabajo experimental sobre análisis de las
variables implicadas (premio nacional español a la investigación e innovación
educativa en el curso escolar 1982-83) resta cualquier tipo de predictibilidad
a los test ABC y Reversal con relación al aprendizaje lecto-escritor (González
Portal, 2000).
Como colofón reproducimos textualmente a
Alegría (1984) “Los trabajos de Vellutino y sus colaboradores de la Universidad
de Chicago demuestran más allá de toda duda razonable que los niños con problemas
de aprendizaje de la lectura no tienen problemas de percepción visual ni
viso-espacial”. El artículo de este profesor emérito de la Universidad Libre de
Bruselas e investigador del LCLD (Laboratoire Cognition, Langage,
Développement) reporta una referencia bibliográfica plagada de estudios que
permiten descalificar el valor predictivo de esta variable.
De modo que, muchos maestros deberían de haberse
planteado -desde hace 30 años- si realizar “fichas”, en educación
preescolar infantil, que sólo trabajan estas variables va a conseguir
desarrollar los prerrequisitos que necesitan sus alumnos para alcanzar el
aprendizaje de la lectura. ¿Se han hecho
la pregunta?
¿Cómo citar esta entrada?
Marín-Palomar, A.M., (2015¿Predictores de la lectura?). En Blog La lectura y su aprendizaje. Blogger. Palma de Mallorca (Acceso: dia/mes/año, puede consultarse en http://lalecturaysuaprendizaje.blogspot.com.es/)
Marín-Palomar, A.M., (2015¿Predictores de la lectura?). En Blog La lectura y su aprendizaje. Blogger. Palma de Mallorca (Acceso: dia/mes/año, puede consultarse en http://lalecturaysuaprendizaje.blogspot.com.es/)
Me llama la atención la pregunta que realiza al final de su entrada. Le contestaré: No me he hecho la pregunta. Suelo leerme toda la bibliografía que cita en el blog porque es de acceso libre. Todo lo que usted comenta me resulta completamente desconocido o equivocado de acuerdo con lo que he aprendido en la Universitat (UIB), pero veo que no se lo inventa y que efectivamente lo que acabo de estudiar está varias décadas desfasado. Es realmente vergonzoso que nuestra formación como maestras sea tan deficiente por parte de la Universitat. Se lo tienen que hacer mirar. ¡qué gente! Nos llevan hacia lo más triste de la formación universitaria. Las Ramas de Educación en la UIB deberían de rrenovarse o desaparecer. Gracias por su blog.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti y a todos los que lo leéis desde España (36 %de los lectores), Rusia, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Estados Unidos de América (20 %), Chile, Colombia, Perú, Tailandia, Indonesia, ...
EliminarEl concepto de formación de un futuro que ya ha comenzado es el "Lifelong Learning", de modo que ante universidades que son adversidades formativas se abren otras vías.
Como dice el refrán: "Nunca es tarde si la dicha es buena."
Totalmente de acuerdo Andrés. Deberíamos seriamente plantearnos la eficacia dela uso de fichas y más fichas que no estimulan ni trabajan los prerrequisitos de los procesos de lectura y escritura. De hecho recientemente se ha publicado uno estudio de Cuetos que demuestra la importancia de la ya famosisima conciencia fonológica , la velocidad de denominación y memoria fonológica como elementos clave para favorecer una buena base en la adquisición de la lectura y escritura. Por tanto, es necesario establecer en nuestros alumnos una entrada de la información auditiva, visual y hápica (multisensorial ), en lugar de limitarnos a la copia visual de letras en fichas. De esta manera, llegaremos a estimular sus capacidades cognoscitivas como base para prevenir lectores ineficaces.
ResponderEliminarSilvia, creo que el estudio que comentas puede ser: González, R. M., Cuetos, F., Vilar, J., & Uceira, E. (2015). Efectos de la intervención en conciencia fonológica y velocidad de denominación sobre el aprendizaje de la escritura. Aula Abierta, 43, 1–8.
EliminarSi alguien está interesado puede encontrarlo, gratuitamente, en:
http://www.elsevier.es/es-revista-aula-abierta-389-articulo-efectos-intervencion-conciencia-fonologica-velocidad-90371247
La Revista Aula Abierta la edita el ICE de la Universidad de Oviedo y, a parte de su calidad, es gratuita.