En el mundo de la comunicación humana, la producción del
habla es un proceso que involucra una serie de habilidades cognitivas y motoras.
Dos conceptos fundamentales en este proceso son la gnosia articulatoria y la
praxia articulatoria.
Etimología: un vistazo a los orígenes de los términos
Para comprender mejor estos conceptos, es útil explorar sus
raíces etimológicas.
- Gnosia:
Proviene del griego antiguo γνῶσις
(gnôsis), que significa "conocimiento" o "saber". Este
término se relaciona con la raíz protoindoeuropea ǵn(e)ə³- o gnō-, presente en palabras como el
latín gnoscere ("llegar a conocer") y el español
"conocer".
- Praxia:
Deriva del griego antiguo πρᾶξις
(prâxis), que se traduce como "acción" o "hacer". Su
origen se encuentra en la raíz del verbo πράσσειν (prassein), que
significa "hacer" o "llevar a cabo", y el sufijo -sis,
que indica acción o proceso.
Gnosia articulatoria: el conocimiento de los movimientos
La gnosia articulatoria se refiere a la capacidad cognitiva
para reconocer, interpretar y dar sentido a los patrones sensoriales
relacionados con los movimientos articulatorios necesarios para la producción
del habla. En otras palabras, es el conocimiento consciente o inconsciente de
cómo deben posicionarse y moverse los órganos fonoarticuladores (lengua,
labios, mandíbula, etc.) para emitir un sonido o fonema específico.
Características principales:
- Es
una función cognitiva que depende de áreas cerebrales relacionadas con el
procesamiento sensorial y perceptivo, como el lóbulo parietal.
- Permite
identificar cómo se deben realizar movimientos específicos basándose en
patrones aprendidos previamente.
- Es
esencial para discriminar sonidos del habla y asociarlos con
configuraciones motoras específicas.
- Las
alteraciones en esta capacidad se denominan agnosias articulatorias, que
pueden manifestarse como dificultades para reconocer cómo articular
ciertos sonidos, a pesar de que las estructuras motoras estén intactas.
Ejemplo: Un individuo con gnosia articulatoria
funcional sabe que para producir el fonema /r/ debe vibrar la lengua contra los
alvéolos superiores.
Praxia articulatoria: la ejecución de los movimientos
La praxia articulatoria, por otro lado, es la capacidad
motora para ejecutar movimientos organizados y sincronizados de los órganos
fonoarticuladores necesarios para producir sonidos del habla. Se trata de una
habilidad motora adquirida mediante aprendizaje y práctica repetida.
Características principales:
- Es
una función motora que depende de áreas corticales como el córtex premotor
y motor primario, así como de sistemas neurológicos como el sistema
extrapiramidal.
- Implica
la programación, planificación y ejecución precisa de movimientos
orofaciales.
- Las
alteraciones en esta capacidad se denominan apraxias articulatorias, que
se caracterizan por la incapacidad de programar o ejecutar movimientos
necesarios para articular sonidos correctamente, aunque no exista
debilidad muscular.
Ejemplo: Una persona con praxia articulatoria
funcional puede coordinar los movimientos rápidos y precisos de la lengua
necesarios para producir una vibración múltiple en el fonema /r/.
Relación entre ambas
Aunque son procesos distintos, la gnosia alimenta a la
praxia. Es decir, el reconocimiento adecuado de los patrones motores (gnosia)
es un prerrequisito fundamental para que puedan ejecutarse correctamente
(praxia). Sin embargo, ambas capacidades pueden fallar independientemente en
casos de trastornos neurológicos o del desarrollo.
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