El primer sistema de escritura alfabético se desarrolló en Fenicia (1) alrededor del siglo X a.C. (DeFrancis, 1989). El alfabeto fenicio tenía solo 22 letras, cada una de las cuales representaba un sonido (Olson, 1994). Esto hizo que el alfabeto fenicio fuera mucho más fácil de aprender que los sistemas de escritura anteriores, que a menudo usaban cientos o incluso miles de símbolos. Se cree que el alfabeto fenicio se inspiró en el sistema de escritura egipcio, ya que los fenicios eran un pueblo de comerciantes que viajaban por todo el Mediterráneo, y habrían estado expuestos al sistema de escritura egipcio en sus viajes. Es factible que los fenicios simplificaran el sistema de escritura egipcio para hacerlo más fácil de aprender y utilizar.
Alfabeto fenicio (De Luca) |
La inclusión de estas nuevas letras permitió a los griegos
expresar una gama más amplia de sonidos y palabras en su idioma
(Albright, 2004). En particular, estas adiciones fueron especialmente
relevantes para el desarrollo de la filosofía y la literatura griega, al
facilitar la transmisión de ideas complejas y destacadas (Cohen, 2000).
Además, las letras añadidas al alfabeto griego también influirían
en otros sistemas de escritura, como el latino y el cirílico, que son utilizados
ampliamente hoy en día. Mediante la introducción de nuevas letras para
representar sonidos específicos, los griegos sentaron las bases para la
alfabetización y el intercambio de conocimientos en sociedades posteriores: habían creado el principio alfabético, una letra para cada sonido y un sonido para cada letra.
Cuando se sigue la evolución del alfabeto griego al latino,
llama la atención que las grafías no sean iguales. Esto se debe a que la
adopción del sistema alfabético griego por parte de los romanos no fue directa,
sino que se introdujo a través del alfabeto etrusco (Wachter, 2001). Etruria se
encontraba situada al norte de Roma y fue integrada gradualmente en el imperio
durante el siglo IV a. C. El alfabeto etrusco no era una copia exacta del
alfabeto griego, ya que los etruscos habían modificado algunas letras (Daniels,
1996), aunque tanto en fenicio, griego, etrusco y latín la letra A se escribía
prácticamente igual. Otra razón es que los alfabetos griego y latino fueron evolucionando,
y la forma de las letras ha cambiado con el tiempo. Por ejemplo, la letra
griega "phi" se escribía originalmente de una manera diferente a la
forma en que se escribe hoy en día (Naveh,2005).
De todos modos, la conversión del abecedario de origen
griego al romano implicó la adición de tres nuevas letras para adaptarse a la fonología
de su idioma (Cohen, 2000). Estas letras adicionales fueron "Y"
(ipsilon en griego), "Z" (zeta en griego) y "W" (omega en
griego), y se sumaron a las 23 letras originales del alfabeto griego.
Su uso por parte del Imperio Romano y su posterior difusión
han dejado un impacto duradero en la cultura y la comunicación escrita
(Albright, 2004). El desarrollo del alfabeto fue una innovación importante en
la historia de la comunicación; hizo que la lectura y la escritura fueran más
fáciles de aprender, lo que condujo a un aumento en la alfabetización en todo
el mundo (Daniels, 1996; Naveh, 2005).
El alfabeto romano sigue siendo utilizado en la actualidad
en muchas lenguas (Albright, 2004). El desarrollo del alfabeto ha tenido un
impacto profundo en la historia de la humanidad. Ha permitido que la
información se comparta y conserve de una manera más eficiente, lo que ha
contribuido al progreso científico, cultural y tecnológico.