¿Qué es leer?
Según la RAE, leer es «Pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados.»
Esta definición, tan rotunda y sencilla, nos lleva a dos ideas que conllevan procesos cognitivos diferentes en la definición del hecho:
1. Leer es descodificar los caracteres escritos.
2. Leer es comprender el significado que implican esos caracteres.
Además de la lógica de la RAE, los estudios en esta área aportan pruebas de que la descodificación y la comprensión contribuyen por separado a la capacidad lectora. Utilizando la regresión múltiple, varios investigadores (por ejemplo, Curtis, 1980; Stanovich, Cunningham y Feeman, 1984) demostraron que la lectura de pseudopalabras y la comprensión auditiva contribuyen de forma independiente a la comprensión lectora.
Para diferenciar el papel de cada uno de los puntos anteriores, capacidad de descodificación y comprensión del lenguaje, Gough y Tunmer (1986) propusieron el Modelo Simple de Lectura o Simple Model Of Reading (SMR), en el que se sostiene que la comprensión en la lectura (R) es igual al producto de la descodificación (D) y la comprensión del lenguaje (C) (véase también a Hoover y Gough, 1990).
R = D × C
En la práctica es algo completamente lógico. Imaginemos un alumno de habla alemana, que descodifica correctamente los caracteres españoles (D=27, letras del español), pero no conoce el idioma (C=0). Si utilizamos la fórmula predictiva sabremos que su comprensión lectora en español será nula:
R=27x0; R=0
Del SMR se desprende que debe haber tres tipos de discapacidad en la lectura obedeciendo a las siguientes causas:
1. Insolvencia en la descodificación.
2. Déficit de comprensión.
3. Ambas.
En este modelo se argumenta que el primer déficit es la dislexia, el segundo la hiperlexia, y el tercero la discapacidad de lectura común.
Existen versiones modificadas del SMR que sugieren que la relación entre la descodificación y la comprensión lingüística debe ser aditiva en lugar de multiplicativa.
Joshi y Aaron (2000) realizaron un doble estudio, en el primero compararon la eficacia predictiva de las dos fórmulas:
a) R = D × C
b) R = D + C
En el segundo se agregó a la fórmula la velocidad de procesamiento (S) para deducir si mejoraba la capacidad de predecir la comprensión lectora en el SMR.
Sus conclusiones modificaron la fórmula dejándola como sigue:
R=D x C + S
Aunque, si el valor de D o el de C son extremadamente bajos la fórmula podría quedar en entredicho. El lector debería preguntarse para qué sirve una gran velocidad de procesamiento con un desconocimiento del idioma. Pongamos números, como en el ejemplo anterior D=27, C=0, S=2, nos daría una comprensión lectora de 2, sin conocer el idioma, algo totalmente falso.
¿Qué aporta a los enseñantes de la lectura el SMR?
A pesar de estas limitaciones, el modelo SMR aporta cuestiones importantes para el profesorado de audición y lenguaje: el conocimiento de que se ha de valorar por separado la comprensión general del lenguaje oral y descodificación y la constatación de que si existe un problema de comprensión lectora el alumno no mejorará leyendo más.
Imaginemos que el alumno descodifica correctamente y no entiende lo que lee: el déficit está en la comprensión general del lenguaje, por lo que hacerle leer más para aumentar su comprensión no generará mejores resultados. Debe mejorarse su lenguaje oral, para que pueda comprender mejor el idioma en el que ha de leer. Por lo tanto, como norma se debe de enseñar a leer en la lengua materna (L1) del niño. En este punto, cabe recordar que en la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza (UNESCO 1960), los estados asumieron el deber de reconocer a los miembros de las minorías nacionales el derecho a la enseñanza en L1. Algo que posteriormente, en la Declaración Universal de Derechos Lingüísticos, organizada en Barcelona (1998), se planteaban los declarantes con unas preguntas sencillas:
«¿Cuánto cuesta la enseñanza que utiliza un código lingüístico inadecuado al medio? ¿Cuánto cuesta un pseudo-aprendizaje en lenguas dominantes que no capacita para el uso real?»
Al contrario, si un alumno posee un buen registro de lenguaje y no lee correctamente debe mejorarse su capacidad de descodificar los caracteres escritos y no trabajar la comprensión lectora sino se soluciona el problema de descodificación.
Por otra parte, la inclusión de factores de procesos cognitivos básicos, como es la velocidad de procesamiento, solo nos hace pensar que esta variable puede influir en ambos elementos Descodificación y Comprensión, no siendo en ningún momento un elemento constitutivo por si solo como un factor aislado.
Esto nos llevaría al siguiente punto que son los prerrequisitos y elementos favorecedores de la lectura, algo que dejamos para la próxima entrada.