jueves, 23 de julio de 2015

Feliz verano para el Hemisferio Norte

Esta entrada es para que un duda sobre la forma en la que utilizamos la metodología en educación les acompañe durante el estío.
La mayoría de personas a las que nos gusta enseñar somos creativas. Si además de ser creativo se tiene algo de formación, se puede adaptar cualquier metodología a nuestra idiosincrasia o a la del niño, porque tenemos muchas experiencias que los creadores de una metodología no poseen. De este modo tomamos algo que nos interesa de un método, otro poco de ese método y un poquito de aquel. Lo agitamos mentalmente y tenemos un nuevo método adaptado a nuestra personalidad y a nuestras circunstancias. Esta forma de pensar es la que denomino “kreativa”.

Ahora tomemos el modus operandi “kreativo” y trasladémoslo a la medicina. Imagínese usted como paciente ¿se sentiría tranquilo si su cirujano cardíaco utilizara medicina “kreativa”?  Rápidamente pensamos que no es lo mismo. ¿Por qué no es lo mismo? Si usted trabaja en la enseñanza pregúntese por qué no es lo mismo? ¿Es menos importante la labor del maestro? Si piensa así y usted es maestro terminará con depresión, o sus alumnos no aprenderán mucho. La formalidad metodológica de un enseñante tiene que ser igual a la de un cirujano. Si no es así, por mucho dinero que se gaste nuestro país en Educación estaremos por debajo de los países que la  consideran realmente tan importante como la sanidad.

Sin embargo, España es diferente y aquí existe una frase proverbial que dice:"cada maestrillo tiene su librillo"; los ingleses son más elegantes a la hora de crear una frase con el mismo significado y con ella no tienen que utilizar diminutivos para los maestros: There's more than one way to skin a cat


Que pasen un feliz verano.